las conocí en persona hace muy poco, en mi última escapada a casa. descubrí su proyecto, Greenmood bazaar, mientras estábamos en Indonesia y enseguida sintonicé con él: con su objetivo, con las actividades que llevan a cabo, con su estilo… me apetecía conocerlas y escucharlas, que me contaran más a fondo sus porqués, y así, hace un par de semanas me senté en una cafetería con ellas y, como una niña de 5 años que todo lo quiere saber, estuve preguntando y escuchándolas hablar con emoción y pasión de cómo se conocieron, cómo empezaron y cómo ha resultado darle vida a Greenmood bazaar.
Ludmilla y Camille son dos francesas afincadas en Barcelona. Ludmilla llegó a España hace 10 años; estuvo estudiando educación social 4 años en Madrid y después se instaló en la ciudad condal. Camille vino de París hace 6 años, después de haber estudiado creación de empresas y gestión de proyectos en Francia.
cuando Lu tuvo a su hijo empezó a interesarse por la procedencia de los productos que utilizaba para él, por su composición, por que fueran saludables; así nació su interés por la cosmética natural que, conforme iba aprendiendo, fue extendiéndose también a otros ámbitos: alimentación, ropa, complementos… Lu y Camille se conocieron en Barcelona gracias a amigos comunes y, cuando vieron que tenían los mismos intereses e inquietudes, decidieron unir fuerzas y habilidades para crear Greenmood bazaar.
con Greenmood pretenden promover otra forma de consumir, más natural y amable en todos los sentidos (con uno mismo, con el medio ambiente), apostando, a la vez, por una estética moderna, cuidada e incluso divertida. de hecho, esto fue lo que me hizo fijarme en su proyecto en primer lugar: a medida que descubro proyectos sostenibles, me doy cuenta de que hay muchos que hacen cosas muy potentes pero que se centran tanto en el producto, que descuidan la imagen y no transmiten de la misma forma, no llegan igual (por lo menos, no a mí). para Greenmood (y para mí) lo sostenible no está reñido con lo cuidado, lo bonito y lo armónico, y así lo demuestran en su trabajo diario. su objetivo es inspirar a consumir de forma sostenible, natural y ética, a vivir de forma más saludable, pero rompiendo con los muchos prejuicios que existen alrededor de ello: comer ecológico no significa alimentarse a base de semillas, por ejemplo. se trata de normalizar el concepto.
para ello, en octubre de este año organizaron un eco-market con una selección de emprendedores que cuidaban tanto producto como imagen y la experiencia fue un éxito. durante el día pudieron acercar las marcas que participaron a las 1000 personas que pasaron por el mercado. la valoración fue tan positiva que repetirán nueva edición en marzo de 2017.
en noviembre sacaron lo que ahora es su producto estrella: la greenmood box, una caja mensual. suscribirse a marcas y recibir cajitas mensuales con diferentes productos es bastante habitual en otros países pero aquí todavía no se estila mucho. con sus cajas pretenden dar a conocer productos ecológicos y sostenibles que conocen bien y saben que funcionan. el contenido de la caja varía mes a mes y es sorpresa, pero los productos corresponden siempre a unas mismas categorías (alimentación, cosmética, diy, magazine y consejos…) y tienen un hilo conductor. la temática de la de noviembre, teniendo en cuenta que era la primera, se llama essencials, pero más adelante vendrán la boost, detox… yo nunca había comprado una caja de este estilo (para ciertas cosas sigo siendo muy analógica) y la verdad es que me ha gustado poder probar diferentes productos sin tener que comprometerme mucho, es decir, poder ver cómo funcionan sin tener que comprar grandes cantidades.
además de las cajas mensuales, decidieron abrir una pequeña tienda on-lineque van llenando poco a poco de productos afines a su manera de entender la vida. los productos que eligen para la tienda pertenecen, como dicen ellas, a proyectos redondos, proyectos en los que cada paso del proceso de elaboración está pensado y realizado de forma sostenible (se han hecho con materiales reciclados y reciclables, están hechos a mano, no se han testado en animales…).
como ambas van sobradas de ideas y energía, para principios de 2017 quieren empezar a ofrecer talleres y espacios de encuentro mensuales donde romper barreras (físicas pero, sobre todo, mentales), compartir conocimientos, conocer a gente… proponer una cata de vino, unas copas de afterwork o un taller de yoga con brunch incluido. lo cierto es que con el entusiasmo con que lo transmiten, mientras las escucho me entran ganas de apuntarme a uno ya 🙂
ambas han experimentado que emprender requiere de grandes dosis de paciencia y de mucha perseverancia; que no es un proceso lineal, hay días en los que sientes que todo fluye a la perfección y días difíciles en los que te cuestionas por qué decidiste embarcarte en esto en primer lugar pero, a pesar de la intensidad, las dos coinciden en que la experiencia es muy enriquecedora. emprender en equipo significa, además, poner mucha atención a la comunicación; saber ver cuándo algo es verdaderamente importante para la otra y ser capaz de ceder.
ambas han experimentado que emprender requiere de grandes dosis de paciencia y de mucha perseverancia; que no es un proceso lineal, hay días en los que sientes que todo fluye a la perfección y días difíciles en los que te cuestionas por qué decidiste embarcarte en esto en primer lugar pero, a pesar de la intensidad, las dos coinciden en que la experiencia es muy enriquecedora. emprender en equipo significa, además, poner mucha atención a la comunicación; saber ver cuándo algo es verdaderamente importante para la otra y ser capaz de ceder.
aunque no tienen funciones definidas para cada una, de forma natural tienden a cosas diferente, lo cual es perfecto. Camille tiene un estilo más ejecutivo, así que se centra más en la producción, en los proveedores; Lu, por el contrario, gravita hacia la creación de contenido, el trato con las marcas, la imagen y cuidar los detalles.
en su tiempo libre, a Lu le gusta cocinar; hace un año decidió dejar de comer carne y, desde entonces, se ha vuelto más creativa en la cocina, le gusta experimentar. a Camille le gusta comer, catar vinos, viajar… hace un año se inició con la cerámica y recientemente ha empezado con la costura, son actividades que la ayudan a relajarse. de Barcelona les gustan muchos restaurantes y cafeterías, pero recomiendan especialmente la terracita del piso de arriba de Flax & Kale y The Juice House, en Sant Antoni, donde van muy a menudo. una propuesta de plan bonito y diferente es ir a los bunkers del Carmel y hacer una cata de vino con Barcelona a tus pies 🙂
vuelvo a casa cargada de optimismo y de motivación. las he visto llenas de entusiasmo y de ideas, con ganas de hacer muchas cosas pero de hacerlas bien. su entusiasmo es contagioso y yo solo puedo pensar que ojalá les vaya divino y ojalá cada vez haya más gente como ellas, con ganas de inspirar y de apostar por otro tipo de consumo y de producción, siendo más conscientes de los recursos limitados que tenemos (empezando por el propio cuerpo) y de la importancia de cuidarlos. espero que hayas disfrutado tanto como yo descubriéndolas y conociéndolas un poco 🙂
puedes seguirles la pista en su blog – instagram – facebook
buena semana! ***
pd. las delicadas ilustraciones de Nathalie, la frescura de The Wandering Orion & los bolsos artesanales de Bachi
{las fotografías son de algunos de los productos que encontrarás en la greenmood box de noviembre}
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buena semana! ***
pd. las delicadas ilustraciones de Nathalie, la frescura de The Wandering Orion & los bolsos artesanales de Bachi
{las fotografías son de algunos de los productos que encontrarás en la greenmood box de noviembre}
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